Compartiendo sobremesa y músicas con mi muy buen amigo Lluís le comenté admirado: ¿Cuántas versiones crees que resiste “When I fall in love”? Él sonrió, como siempre de un modo entre cómplice y enigmático, y me contestó: “Resiste todas. La belleza es infinita.”
Me fascina el hecho de que, uno tras otro, grandes músicos se empeñen en añadir su aportación a este tema, sin importarles que otros, igualmente grandes, ya lo hayan hecho (Wynton Marsalis, Keith Jarrett... la lista es extensa). Es la belleza en permanente construcción. El reto de la construcción colectiva de la belleza.
Quiero pensar que también hay una construcción individual de la belleza. Cada uno de nosotros puede ser esa melodía única y reconocible que permanece a través de los años, pero también cada uno de nuestros días pueden ser ese músico obstinado en sacar algo maravilloso y distinto, algo que nadie antes había sido capaz de encontrar. El reto de lograr nuestro mejor sonido, aunque tan solo sea un matiz en una nota.
Un ser humano resiste todas sus versiones si se empeña en que la belleza sea infinita.
No existe “la mejor versión” porque esa versión es la que en este momento algún músico en algún lugar del mundo está comenzando a sentir y cuando esté terminada y ya suene emocionándonos, entonces “la mejor versión” habrá comenzado ya a imaginarse en otro lugar.
Encontrareis una excelente, entre tantas excelentes, en Chris Botti: “Live in Boston”.
Que tengas muchos días en los que seas una excelente versión de ti mismo.
Con permiso del autor del post os dejo a Chris Botti con When I fall in love. Disfrutadlo. RoSa
3 comentarios:
Y que cuando seamos nuestra mejor versión os encontréis cerca de nosotros para compartir el momento. El enlace de Youtube una pasada. Alejandro estaba conmigo y le ha gustado mucho.
Gracias Tanti. Allí estaremos.Pasa la dir del blog a Alejandro que seguro se topa con cosas interesantes.
a veces te encuentras gente que saca lo peor de ti.
Gracias él post, es muy bueno.
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