“El ser humano siembra un pensamientoy recoge una acción.Siembra una acción y recoge un hábito.Siembra un hábito y recoge un carácter.Siembra un carácter y recoge un destino”Sivananda
Mayo. Tenemos, a la vuelta de la esquina, el verano. Con él llega el calor, que en España es mucho. Y en éstas fechas, ¿quién no tiene un plan? un plan alimenticio, se entiende.
Pues, si, yo también soy de esas, y esos, que viendo venir el veranito empieza a suprimir alimentos. Pero ¿cuánto me duran las buenas intenciones? Poco, demasiado poco.
Tranquilos, no os habéis confundido de blog, no voy a hablar de dietas o alimentación. Al menos no desde el punto de vista de siempre. Os quiero hablar de hábitos. Hoy vamos a trabajar los hábitos alimenticios desde una perspectiva más psicológica, desde nuestra percepción de la comida.
Con un pequeño cambio de hábitos podemos controlar nuestra ingesta de alimentos; pensad que comemos, también, desde la cabeza luego, utilicémosla. Así:
COME CON LOS OJOS
No te tires al plato de comida. Míralo. Sé consciente de la acción que vas a realizar: comer. Controla tus ganas, tu ansiedad. Disfruta de la comida antes de que llegue a tu boca. Entre bocado y bocado deja los cubiertos y relájate. Controla la acción que estas realizando: comer. Así dedicarás más tiempo a comer y tu percepción será la de “estar comiendo más”.
Además, de esta manera darás tiempo a que tu organismo note el incremento de glucosa y, en consecuencia, quedarás saciado antes.
EN LA VARIEDAD ESTA EL GUSTO
Cierto, y es la variedad la que hace que comamos más. Está demostrado que ante una bandeja de Sugus tomaremos más si estos son de varios colores –incluso cuando su sabor sea el mismo- que si todos son iguales.
Entonces: cuanta más variedad de cosas tenga mi plato más comeré, pues tomaré de todas ellas. Muchos endocrinos recomiendan ensaladas con no más de 3 ingredientes.
El TAMAÑO SI IMPORTA
Nos sentiremos saciados antes cuánto más pequeñas sean las porciones.
Por ejemplo: si tu pizza la cortas en 4 trozos tomarás 4 trozos; pero si la cortas en 8, comerás 6, es decir, te sentirás saciado con menos.
Utilizar platos pequeños –de postre- hace que consumamos menos ya que, nos quedaremos satisfechos una vez acabado todo lo que hay en el plato –y esto será menos, al ser un plato pequeño-.
Lo mismo ocurre con la bebida. Si os fijáis, en el mercado cada vez encontramos botellas y botes individuales de más tamaño: antes 25cc, ahora 33cc y ya hasta 35cc. Siempre consumimos lo mismo: 1 bebida, pero no siempre bebemos la misma cantidad.
DIVIDE Y VENCERÁS
A muchos nos es frecuente el plato de pechuga con lechuga ¿verdad?, pues sigamos tomando lo mismo pero de otra forma: un plato, de postre, con la pechuga y un cuenco con la lechuga. Comerás lo mismo pero tendrás la percepción de “estar lleno” al haber tomado dos platos de alimento.
Como veis si pensamos en cómo comemos y trabajamos hábitos tan simples como los que os he propuesto conseguiremos, además controlar el momento en que nos alimentamos, sentirnos saciados con menos comida.
4 comentarios:
Qué razón tiene el post, pero qué dificil es y cuánto nos cuesta modificar hábitos ya creados por otros más saludables... aunque no por ello hay que dejar de intentarlo =)
Salu2,
Lola
Cierto Lola, mantener la constancia requiere mucha voluntad, verdad?.
Un saludo.
RoSa
la verdad es que si te esfuerzas lo consigues . pero tienes que estar motivado y ver que tienes resultados si no te desanimas ,yo lo estoy consiguiendo.
un saludo
c.escamez
ANIMO c.escamez.
Y que las ideas tratadas en este post te sean de utilidad.
RoSa
Publicar un comentario