Este post es una colaboración de J.A. González
Aquí, en este mediterráneo tan
amado, es verano. Para ti que nos lees puede ser que si o puede ser un momento de duro invierno. El
universo no tiene por qué sentir el calor que aquí sentimos. Si algo tiene la
globalización es que rápidamente te deja claro que eres una gota en un océano.
Un océano maravilloso, lleno de maravillosas gotas.
Descansaremos unos días en
nuestro verano y hasta que nos volvamos a encontrar os quiero regalar un poema
que parece invernal pero está lleno de calor. Aquí, dentro de uno, tampoco hay
estaciones universales.
Para vosotros y vosotras
maravillosas gotas de este océano.
EL OCEANO DE TU
PIEL.
En este día lluvioso y otoñal,
en este día gris,
tan cansado y tan vivo,
tan igual a otros días diferentes
mientras resbala en el tiempo
como las gotas en los paraguas,
no me busques en las palabras
que retengo en mis labios,
ni adivines intenciones en mis ojos,
ni me sientas lejano, distante,
tal vez frío.
Todo es más fácil.
Búscame allí donde tranquilo habito
y me hallarás, como siempre,
navegante, silencioso y tuyo,
en el cálido océano de tu piel.
José Antonio González
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