Aquellos que en la época de los ´70 teníamos más o menos la edad del niño del anuncio recordamos, os apuesto lo que sea, este spot publicitario:
... y, ante este olvido, pasaban dos cosas: la primera, te quedabas sin cartera todo el día, eso sí, con la mañana endulzada por el jugoso almuerzo y, la segunda, cuando llegabas a casa, tu madre o tu padre, o ambos, te cantaban las cuarenta por el imperdonable olvido, y con toda la razón.
Hoy en día, tras el niño y los donnuts se encuentra su mamá, o su papá, que para el caso es lo mismo, con todo el kit que éste olvidó en casa, a saber, mochila, bolsa de deportes, manualidades...
Si, hoy nuestros niños cuentan con los llamados "papás helicóptero".
Siempre atentos, siempre preparados, siempre dispuestos a sacar a su hijo de cualquier situación que requiera que sea el chavalote quién se busque la vida él solito.
Si al leer esto te sientes identificado y, además, te has molestado por el tono del post, tranquila, tranquilo...yo también soy una mamá helicóptero. Y procuro, cada día y de manera muy consciente, frenar mis hélices de solucionadora infatigable. No siempre lo consigo. Sigo intentándolo.
En cualquier caso, comparto donnuts con mi hija,o ella conmigo.
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