Este post es una colaboración de J.A. González
No tengo ni idea de si en algún
modo científico de atrapar la realidad
existe algo a lo que se pueda llamar “realidad objetiva”. Tiendo a pensar que
la “realidad” es siempre una interpretación, la visión de unos ojos que miran. Humo
y niebla, que diría el poeta.
La realidad humana no se
interpreta bien desde los extremos realidad objetiva – realidad subjetiva
porque lo objetivo es un truco funcional del lenguaje y sencillamente en ella
no existe, por más que nos sea a veces cómodo y práctico pensar que hay una
realidad objetiva. Cuando alguien habla de objetividad a mi alrededor me pongo
en guardia, casi siempre se apela a ella cuando intentamos imponer a los demás nuestra
subjetividad. Este estilo de comprender la relación entre las personas ha
anegado de sangre y dolor la historia de la humanidad.
Nuestra realidad tal vez se
interpreta mejor desde los polos realidad subjetiva – realidad intersubjetiva
ya que nuestra especie tiene sentido evolutivo desde la interconexión de
nuestros cerebros, hecha posible por la maravilla del lenguaje. Entender y
entendernos hace necesaria la herramienta de la empatía (ponerse en lugar del
otro y ver la realidad desde sus ojos). Es necesario narrar los hechos desde la
boca del otro, salir de nosotros y colocarnos al otro lado.
Intuyo que los polos en los que
se mueve “la realidad” son el polo egocéntrico frente al polo de la realidad
socialmente compartida. Todos miramos en cada momento colocados en un punto
distinto de ese continuo, a veces más egocéntricos, a veces más altruistas. La
mirada patológica es aquella que en un punto concreto se fosiliza y se queda
con un único modo de ver, cuando nos quedamos con un solo par de gafas para ver
la realidad, para vernos.
“Después de besar en la frente a su esposa se giró hacia su lado de la
cama completamente satisfecho, dispuesto a colmar la plenitud que sentía con un
sueño reparador y merecido. Antes de cerrar los ojos, el eyaculador precoz
pensó, lo bueno si breve dos veces bueno”.
Pues eso amigos y amigas, huyamos
de la subjetividad para ir a la intersubjetividad.
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