Hay días que nos salen nublados,
con el sol desaparecido y sin esperanza. Hay días oscuros, días en los que nos
vemos apagados, días túnel, agujeros negros en los que el tiempo es un eterno
sin luz.
Hace mucho tiempo encontré una maravilla
que quiero compartir con vosotros. Es un piropo bellísimo nacido de la voz de
un poeta andalusí, poeta al que no puedo homenajear sencillamente porque no
recuerdo su nombre y porque ahora no encuentro el libro donde recogí el
fragmento del poema. Cosas de la vida amigos. Dice así:
“Bendito aquel que contrapesó el modo de ser de sus criaturas e hizo
que por naturaleza tu fueses maravillosa luz”.
Estas palabras vienen a mí como un mantra lleno de ternura y
emoción cuando estoy cerca de las personas que quiero, de las personas que me
hacen crecer, de las personas que me iluminan.
También brota en mí especialmente
cuando me siento vacío de luz haciéndome saber donde está el sol y recordándome
que no tengo otra cosa mejor que hacer en la vida que llegar a ser maravillosa
luz.
Así que si tienes el día
tenebroso, mírate al espejo y cámbiale a mi mantra un pronombre:
“Bendito aquel que contrapesó el
modo de ser de sus criaturas e hizo que por naturaleza YO fuese maravillosa luz”.
No tienes otra cosa mejor que
hacer en la vida que dar luz y dejarte iluminar. Créeme, hay mucha gente a tu
alrededor con mucha luz que necesita que brilles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario