¿POR DONDE EMPEZAR?

Este Post es una colaboración de J.A. GONZÁLEZ.

Cuando el alma aun no sabe que sufre, el cuerpo lleva meses llorando.


Nos habitamos. Vivimos en nuestro cuerpo y cuando nos sentimos perdidos, abatidos, derrumbados, es paradójicamente al primero que abandonamos. Nos abandonamos, comenzamos un proceso de autodeshaucio que nos lleva a la desolación de no ser nosotros. Engordamos o adelgazamos en demasía. Dejamos de dormir o dormimos todo el día. Nos ahogamos, no podemos respirar bien. La piel se llena de rojeces. El pelo se deteriora. Nos sobremedicamos. Dejamos de cuidar nuestra apariencia en la ropa, maquillaje, etc…

LA CASA DESOLADA.

Sestea la tristeza entre las ruinas
en su duermevela de hielo,
su presencia las envuelve
mientras un rastro de lágrimas
nos certifica el desahucio.
El silencio sella el equipaje.
Acecha el miedo
y la huida se detiene,
herida, asustada,
exilio de ya no ser y aun estar,
y el dolor nos fotografía
para el álbum de la memoria.
Una gota imprevisible desciende
la humedad del techo,
como un cuerpo, sorpresiva y fría,
decidida, a veces lírica,
como labios,
como una mirada, veloz y certera,
anunciando el desastre
de esta casa en ruinas.
J.A. González

¿Por donde empezar para evitar la desolación? Comencemos por hacer, por pasar a la acción. Hemos estado probablemente mucho tiempo pensando, sintiendo, emocionándonos… y hemos hecho poco por nosotros. Tal vez nos lleve tiempo ir viendo como reparar el alma, pero necesitamos ponernos en acción ya.

¿Por qué no comenzar por aquello que primero abandonamos? ¿Por qué no comenzar por sanar y embellecer la casa que habitamos? Es una buena idea comenzar por nuestro cuerpo.

Es muy necesario comenzar a pensarnos de otro modo, de acuerdo, pero acompañemos este proceso a medio plazo con medidas a corto plazo, actuemos ya:

  • poniéndonos bien guapos para nosotros mismos y para los demás, disfrutemos de nosotros mismos, querámonos, vayamos a la “pelu”, etc…

  • hacer ejercicio físico nos mejora el tono vital, la imagen de nuestro cuerpo y nos ayuda a mantener la ansiedad a raya.

  • comamos sano, dieta mediterránea, nuestro cuerpo se merece lo mejor.

Tal vez te encuentres mal pero ya tienes tarea para comenzar a sentirte bien. No somos topos, para los seres humanos lo natural no es la oscuridad. Lo natural es la luz y la luz comienza a iluminar o a apagarse siempre por nuestro cuerpo. Mens sana in corpore sano.

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