Este Post es una colaboración de J.A. GONZÁLEZ.
A menudo los sueños se nos aparecen como la antítesis de la vida. Conformamos los sueños con todo aquello que quisiéramos vivir o haber vivido y quedó por unas cosas o por otras, es decir por nosotros mismos, fuera de nuestra ruta.
Los sueños, rodeados con el halo mágico de lo inaccesible, suelen hacerse más presentes en los momentos en los que la ruta que un día elegimos - por acción o por omisión - se nos hace cuesta arriba. Es como si nos dijesen, “mira lo que te perdiste”. Los sueños quitan mucha energía cuando se empeñan en este odioso papel.
Alguna vez me he soñado haciendo la “ruta
Este sueño suele sorprenderme haciendo la ruta de la A31 de camino al trabajo y en ese momento busco música de Keb Mo y hago mi “ruta A31”, no es la “
Alguna tarde me he soñado en un poblado africano, al calor del fuego, oyendo viejas historias de boca de los viejos. En ese momento busco música del cantante senegalés Richard Bona y entro en calor con su voz. No cuento las historias como Richard Bona pero rozo el virtuosismo contando el cuento de “Pedro y el lobo”, que es una de las historias que contamos por aquí.
Intento que los sueños no me resten energía. Los adapto a mi vida, les doy la bienvenida y les pido que me acompañen sin molestar. Y si alguno se pone pesado lo convierto en proyecto. Cuando los sueños son proyectos son vida y la vida no incordia.
Tal vez me quede algo lejos la “ruta 66” o tal vez no, aun no es un proyecto; solo es algo que me hace soñar. Un proyecto es el camino de Santiago, y el camino tiene mil músicas para esperarlo mientras él me espera.
Disfrutad mientras soñáis de dos CD maravillosos:
Richard Bona. CD “Tiki”
3 comentarios:
siempre fue mi cuento preferido:)
una vez más, gracias por la música.
AUUUUUUUUUUUUUUU dijo el lobo... qué pedazo de cuento,¿verdad?... J.A. GONZÁLEZ
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