del "PERO" al "Y"



Hay palabras que, directamente, cierran conexión con nuestro interlocutor.
Otras, por el contrario, son finos lazos que actúan como fuertes maromas.

La utilización de unas u otras depende exclusivamente de nosotros.
Fijaos en la diferencia entre estás dos frases:
“La sopa está buena pero estaría mejor más caliente”
“La sopa está buena y estaría mejor más caliente”

El efecto del “pero” es poco conocido, pero muy negativo. Cuando lo usamos invalidamos lo anterior por muy positivo que sea. En su lugar podemos utilizar la partícula “y”. De esta manera se recoge nuestra sugerencia u observación con actitud positiva ya que no hemos descartado lo anterior.

Tratemos de hacer consciente las veces que al cabo del día utilizamos el “pero”; después esforcémonos en cambiarlo por un “y”. Observemos la reacción de nuestro interlocutor y su actitud. Seguro que obtenemos mejores colaboraciones y más cooperación.
Una simple palabra puede ayudarnos al fluir de una conversación, y de aquí, a la mejora de una relación.


Pienso luego existo


Vaya título más pretencioso para un post, verdad?
Todos los que seguimos este blog hemos leído, escuchado y comentado alguna vez esta máxima.
Y es que Descartes nos invita con ella a reflexionar sobre nuestra existencia y nuestros pensamientos.

Pero no nos metamos en filosofías, quedémonos  en cositas más de andar por casa, en esas del día a día. Y es que, día a día, pienso en las tareas que me esperan en el trabajo, en las personas con las que tendré que tratar, en los proyectos que tendré que iniciar, en los compromisos que debo cumplir,…

Todo ello genera en mí pensamientos que anticipan lo que me acontecerá.
Pienso luego existo.
Esos pensamientos me hacen existir.
Y aquí está la clave de la cuestión: la calidad de mi existencia está en función de mis pensamientos, de esos que yo mismo genero.

La imagen mental que nos hacemos de aquello que nos espera será la que nos dispondrá para adoptar  una actitud u otra.

El cómo me comporto ante un hecho viene dado por los pensamientos que yo he generado sobre ese propio hecho.

Tú decides lo que piensas.
Tú decides cómo existes.

Si piensas que estás vencido, ya lo estás.
Si piensas que no te atreves, no lo harás.
Si piensas que te gustaría ganar,
pero que no puedes, no lo conseguirás.
Si piensas que estás vencido, ya lo estás.
Porque en el mundo, encontrarás que el éxito
empieza con la voluntad del hombre.
Todo se halla en el estado mental.
Porque muchas carreras se han perdido
antes de haberse corrido,
y muchos cobardes han fracasado,
antes de haber iniciado su trabajo.

Piensa en grande, y tus hechos crecerán
piensa en pequeño y quedarás atrás.
Piensa que puedes y podrás.
Todo se halla en el estado mental.
Si piensas que tienes ventajas, ya las tienes.
Has de pensar bien para levantarte.
Has de estar seguro de ti mismo,
antes de intentar ganar un premio.
La batalla de la vida no siempre la gana
la persona más fuerte o ligera,
porque, tarde o temprano, la persona que gana
es aquella que cree que puede hacerlo.

Rudyard Kipling

Gozo Compartido


Este Post es una colaboración de J.A. GONZÁLEZ.

Cada época del año transcurre fluvial, sorteando sus hitos, y los ritos que la hacen reconocible nos sitúan en el tiempo. Acaba el verano y recuento el cumplimiento de aquellos que año a año conforman lo vivido, aquellos que al fin y al cabo nos conforman a cada uno de nosotros.

Pensando en el tiempo que ahora termina caigo en la cuenta de que la esencia de las cosas que convierten la vida humana en un privilegio está constituida casi siempre por una alquimia especial cuyos ingredientes imprescindibles e inseparables son la inteligencia y el gozo. Pero no se trata de una mezcla cualquiera.

Algunas noches de Julio, cada Julio, asistimos varios amigos al milagro excepcional de la música de jazz en directo y contemplamos con una enorme envidia la maravilla de la inteligencia colectiva y el gozo compartido. Los músicos de jazz de nuestro concierto son maestros, virtuosos en su instrumento, y comparten con sus compañeros de grupo las destrezas malabares de la música a muy alto nivel. La maquinaria suena perfecta, cinco cerebros tocando y el tuyo conectado a ellos, siguiéndolos con atención. Sabes que tocan para ti pero que fundamentalmente tocan para ellos. De repente al final de una escala aparecen notas o acordes no previstos, se añade algo nuevo, alguien sonríe entre ellos sorprendido por un hallazgo, por un modo nuevo de resolver una frase. Están construyendo belleza de modo colectivo con sus inteligencias y están compartiendo la emoción del gozo.

Los seres humanos conectamos con otros inteligentemente, ese es el medio, el instrumento; sería triste y vacío que ahí acabase todo. Creo que el gozo de compartir para compartir el gozo es el auténtico fin de la inteligencia humana.

Hay obras humanas bellísimas pero únicamente se pueden compartir una vez acabadas: un poema, un cuadro, una novela, una escultura. La inteligencia y el gozo existen en ellas como actos individuales del artista y de aquel que posteriormente disfruta de la creación. Pero el ser humano no está diseñado para la individualidad. Hay momentos especiales en la vida del ser humano que lo elevan y lo engrandecen, y esos momentos siempre son momentos compartidos.

El amor  (de pareja, de amistad, paterno filial…) es esa obra de arte en la que todos podemos participar; el amor para ser, para elevarnos y engrandecernos, debe darse como un proceso colectivo de construcción inteligente de una realidad gozosa y compartida.

Paseaba hace muy poco por el Albayzin y de repente me sorprendí al contemplar la Alhambra desde un ángulo nuevo, con una luz nueva,  y mi primer impulso fue hacer una foto y enviarla a un amigo. ¿De que sirve la belleza si no te acompañan otros ojos al mirar? Gozo compartido, gozo inteligente.

Hoy puedes vivir un gran día


Lee con detalle:

Hoy puede ser un gran día,
plantéatelo así,
aprovecharlo o que pase de largo,
depende en parte de ti.

Dale el día libre a la experiencia
para comenzar,
y recíbelo como si fuera
fiesta de guardar.

No consientas que se esfume,
asómate y consume
la vida a granel.
Hoy puede ser un gran día,
duro con él.

Hoy puede ser un gran día
donde todo está por descubrir,
si lo empleas como el último
que te toca vivir.

Saca de paseo a tus instintos
y ventílalos al sol
y no dosifiques los placeres;
si puedes, derróchalos.

Si la rutina te aplasta,
dile que ya basta
de mediocridad.
Hoy puede ser un gran día
date una oportunidad.

Hoy puede ser un gran día
imposible de recuperar,
un ejemplar único, 
no lo dejes escapar.

Que todo cuanto te rodea
lo han puesto para ti.
No lo mires desde la ventana
y siéntate al festín.

Pelea por lo que quieres
y no desesperes
si algo no anda bien.
Hoy puede ser un gran día 
y mañana también.

Hoy puede ser un gran día 
duro, duro,
duro con él.
Joan Manuel Serrat

Escucha y déjate llevar:

¿Adios vacaciones?



. . .cansancio, falta de apetito y concentración, somnolencia o insomnio, taquicardia y dolores musculares, además de irritabilidad, ansiedad, tristeza, pasotismo y una profunda sensación de vacío. . .

Todo esto tras las vacaciones.
¡Si lo sé no vuelvo!

Precisamente esto nos pasa por volver al trabajo; es lo que se conoce como síndrome  o estrés postvacacional.

¿Qué hacer ante tal cúmulo de síntomas? Lo primero, y fundamental, no darle demasiada importancia; tratar de reincorporándonos a  nuestras rutinas laborales poco a poco, pero sin pausa. Debemos abandonar hábitos veraniegos tales como horarios de sueño –solemos acostarnos y levantarnos más tarde-, siesta, aperitivos,…

No obstante, sería muy saludable –tanto física como psíquicamente- integrar en nuestro día a día aspectos que hemos estado realizando en estos días de descanso: lectura, tiempo de deporte, paseos, tiempo para la familia y para uno mismo,…

Se trata de disfrutar momentos del confort vacacional el resto del año; llévate la playa a la oficina, o su arena, o su luz... o tal vez te tengas que conformar con estirar las piernas bajo la mesa buscando que el agua te roce los pies, pues hazlo, ESTÍRATE!
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