La Mentira


“Siempre se cree, cuando uno emprende el camino de la mentira, que el trayecto será fácil y corto; se superan sin dificultad y con cierto placer los primeros obstáculos, pero pronto el bosque se espesa, la ruta se borra, se ramifican senderos que van a perderse en ciénagas; a cada paso uno se hunde o resbala, se irrita y dilapida sus fuerzas en vanas tentativas, cada una de las cuales viene a constituir una nueva imprudencia.”

Maurice Druon
La Flor de Lis y el León.
Tomo VI
Colección: Los Reyes Malditos

Vivir y Contar

S
imbad era un mercader que vivía en Bagdad. Se embarcó para ir a negociar a lejanas tierras, el barco naufragó y a él le ocurrió una aventura maravillosa. Y así siete veces. Luego, cansado de aventuras, se dedicó a contar lo que había vivido. Primero vive y luego cuenta.

D
on Quijote al revés.
Se educa en una biblioteca, y luego, cansado de los libros, sale a los caminos a vivir.

Simbad va de la vida al cuento y don Quijote va del cuento a la vida.

Todos somos así: Don Quijote de Bagdad, don Simbad de la Mancha.

Luis Landero

Hoja de Ruta


"No hay viento favorable para el que no sabe adónde va".
Séneca 



Me gusta ir marcando en un gran calendario las tareas, reuniones y demás citas que, en el ámbito personal, tengo a lo largo del mes. Cada mes está cargado de actividades familiares, escolares, sociales, médicas…
Miro mi calendario y pienso en la cantidad de cosas que hacemos por que nos viene dadas.
Nuestras hojas de ruta son pura reacción. Inercia, devenir. Hacemos lo que toca, lo que debemos. Alguien lo ha determinado así y nosotros cumplimos.

Y eso no está mal, pero es necesario sentir que somos nosotros los que manejamos nuestro propio rumbo; los que reflexionamos, planificamos, viramos y decidimos sobre la dirección de nuestro día a día, y así de nuestra vida.

Sin darnos cuenta nos vemos envueltos en un remolino de superactividad dónde, en muchos casos, quedan fuera nuestros intereses, objetivos y planes más personales.

Frecuentemente oigo frases del tipo: “llevo años queriendo hacer… y aún no he encontrado el momento” “no quiero morirme sin haber… ” “me gustaría… pero siempre hay algo que me lo impide” “a ver si tengo tiempo para… “.

Pues ya es hora de vivir sin sentirnos vividos.
¿Qué tal si nos planteamos una hoja de ruta para el próximo mes?

Defínela tú mismo, aquí tienes algunas ideas:

-  Proponte un objetivo que tenga que ver exclusivamente contigo:
leer el libro que lleva tiempo en la mesita de noche ó caminar una hora al día ó  dedicar un rato a  escuchar tu música favorita,…

-  Proponte un objetivo de servicio a los demás:
bajar los sábados al parque con tus hijos ó hacer una comida especial a la familia …

-  Proponte un objetivo que mejore tu relación con los demás:
llamar a esa amiga de la que hace tiempo que no sabes nada ó escribir una bonita tarjeta de felicitación a tu  sobrino …

-  Proponte saber de la causa que, en su momento, te inquietó:
damnificados por el terremoto de Haití ó central de Fukushima ó aplauso silencioso de la Puerta del Sol de Madrid …

-  Proponte hablar con alguien –amig@, pareja,…- sobre ti:
sobre tu forma de ver tu vida ó tus habilidades ó lo que te gustaría cambiar de ti mismo …

En definitiva, toma el control.


Reacciona ante los acontecimientos que la vida te va presentado pero no vivas en función de ellos.

Decide qué sucesos quieres que sucedan, y actúa para que así sea.
Elige tu rumbo.

¡Y qué la mar te sea propicia!


"Si no sabes a dónde vas cualquier camino te conduce allí".Proverbio del Corán

La Gloria

La gloria no es un oro,
ni un anillo.
La gloria no es un broche,
o una cinta,
o un imperdible en plata,
la gloria no son cosas
que han perdido su nombre,
caligrafía de reyes,
esas fotos que tienen
el color de pasado.
La gloria es otra cosa.

Ni diademas de cartón,
ni cartas de azul perfume.
No seamos traperos de la gloria.
No seamos la prendería de la fama,
no guardemos recortes
ni bombones mohosos,
ni vestidos rozados por el tiempo.
La gloria es un gran pájaro tranquilo
que se posa en el alma,
como abriendo su cola,
y da serenidad, paz y más vida.

Francisco Umbral
Obra poética (1981-2001)
Seix Barral

MARCAS


Todos estamos marcados.
Desde que nacemos estamos marcados. A veces, incluso antes; niños no esperados que llegan en el peor momento o, por el contrario, deseados hasta la obsesión.

A lo largo de nuestra vida, circunstancias, sucesos, personas, lugares e incluso olores nos van marcando.

En el proceso constante, sin fin y apasionante que es el descubrirnos, a nosotros mismos y a los demás, nuestras marcas aparecen tarde o temprano.
La cuestión es en qué forma, de qué manera, esa marca ha hecho casa en mí;  ¿es huella o cicatriz?

Si, a veces aparece como huella. Esa que dejó un maestro de la infancia, un lugar de veraneo familiar, el perfume de alguien especial,…
Y otras queda como cicatriz. Un padre/madre poco afectuosos, una autoestima perdida por una asignatura incomprensible, una responsabilidad impuesta y vivida como una carga,…

¿Huella o cicatriz?

La huella es productiva, vivificante, es referente de nuestro estilo personal. Son los puertos a los que acudimos cuando estamos perdidos y desorientados, encontrando en ellos las respuestas que siempre han estado en nosotros. Nos dan fuerza para seguir y nos impulsan a mejor.

Las cicatrices, si no se han curado o lo han hecho en falso, si no se han convertido en huellas, continúan siendo heridas y aparecen con el dolor con el que se crearon. Nos abaten, nos empequeñecen y sacan lo peor de nosotros.

Pasar el dedo por la huella es reconfortante y dulce. Hacerlo por la cicatriz resulta nuevamente doloroso. Por eso evitamos tocarla. Huimos de quien pretende abrirnos la herida para ver que hay dentro. Preferimos vivir con ella, cuidar de que nadie la toque, de que no se vea, de que no se nos note. Dedicamos mucha atención a nuestra cicatriz. Demasiada energía para lo que nos sigue haciendo mal.

No hay que ser valiente para enseñar tus huellas pero si estar lleno de coraje para descubrir, descubrirte, tus cicatrices y luchar por transformarlas.

No  dejes de hacer click en Más Información.
Encontrarás un cierre de lujo para este post.

¿POR DONDE EMPEZAR?

Este Post es una colaboración de J.A. GONZÁLEZ.

Cuando el alma aun no sabe que sufre, el cuerpo lleva meses llorando.


Nos habitamos. Vivimos en nuestro cuerpo y cuando nos sentimos perdidos, abatidos, derrumbados, es paradójicamente al primero que abandonamos. Nos abandonamos, comenzamos un proceso de autodeshaucio que nos lleva a la desolación de no ser nosotros. Engordamos o adelgazamos en demasía. Dejamos de dormir o dormimos todo el día. Nos ahogamos, no podemos respirar bien. La piel se llena de rojeces. El pelo se deteriora. Nos sobremedicamos. Dejamos de cuidar nuestra apariencia en la ropa, maquillaje, etc…

LA CASA DESOLADA.

Sestea la tristeza entre las ruinas
en su duermevela de hielo,
su presencia las envuelve
mientras un rastro de lágrimas
nos certifica el desahucio.
El silencio sella el equipaje.
Acecha el miedo
y la huida se detiene,
herida, asustada,
exilio de ya no ser y aun estar,
y el dolor nos fotografía
para el álbum de la memoria.
Una gota imprevisible desciende
la humedad del techo,
como un cuerpo, sorpresiva y fría,
decidida, a veces lírica,
como labios,
como una mirada, veloz y certera,
anunciando el desastre
de esta casa en ruinas.
J.A. González

¿Por donde empezar para evitar la desolación? Comencemos por hacer, por pasar a la acción. Hemos estado probablemente mucho tiempo pensando, sintiendo, emocionándonos… y hemos hecho poco por nosotros. Tal vez nos lleve tiempo ir viendo como reparar el alma, pero necesitamos ponernos en acción ya.

¿Por qué no comenzar por aquello que primero abandonamos? ¿Por qué no comenzar por sanar y embellecer la casa que habitamos? Es una buena idea comenzar por nuestro cuerpo.

Es muy necesario comenzar a pensarnos de otro modo, de acuerdo, pero acompañemos este proceso a medio plazo con medidas a corto plazo, actuemos ya:

  • poniéndonos bien guapos para nosotros mismos y para los demás, disfrutemos de nosotros mismos, querámonos, vayamos a la “pelu”, etc…

  • hacer ejercicio físico nos mejora el tono vital, la imagen de nuestro cuerpo y nos ayuda a mantener la ansiedad a raya.

  • comamos sano, dieta mediterránea, nuestro cuerpo se merece lo mejor.

Tal vez te encuentres mal pero ya tienes tarea para comenzar a sentirte bien. No somos topos, para los seres humanos lo natural no es la oscuridad. Lo natural es la luz y la luz comienza a iluminar o a apagarse siempre por nuestro cuerpo. Mens sana in corpore sano.

menuda lección


El otro día, a la salida del cole, iba con un grupo de niñas de 6 años.

Vieron a una bebita, una auténtica muñequita muy despierta, y se lanzaron a ella a hacerla monerías.

Querían acariciarla y besarla pero, en el estado en que llevaban las manos, mezcla de tierra y rotulador, podían convertir su vestido pastel en uno de camuflaje.

Así que les dije que "mejor no tocar”.

Entonces, ¿cómo la acariciamos? - me dijo una, mientras las demás me miraban como si yo fuese la madrastra de Blancanieves-.

Se pondrá triste y pensará que no nos gusta – dijo, para remate, otra-.

Púes es fácil – respondió, para mi alivio, una tercera, llena de seguridad- la besamos con los ojos.

Dicho y hecho: se puso a abrir y cerrar su par de ojos verdes.

Las demás la imitaron aleteando sus pestañas a toda velocidad lo que, lógicamente, provocó las carcajadas del bebé y de todos los que contemplábamos la escena.

Lo veis, ¡funciona! – decían en guirigay sin dejar de “besar”.

En ese momento la escena me resultó divertida pero en casa no dejaba de darle vueltas, había mucho de enseñanza.

Ellas lo tenían claro:

-         Necesitaban expresar su afecto al bebé. Es lo que los psicólogos llamamos vinculación y apego; acunar al bebé, cantarle, abrazarlo, besarlo, acariciarlo, son conductas emocionalmente nutrientes y conforman experiencias de vinculación. Un desarrollo emocional sano en el niño, y posterior adulto, pasa por contar con este tipo de experiencias.

-         “Se pondrá triste, pensará que no nos gusta”. Qué buena capacidad de empatía, de ponerse en el lugar del otro, de ser capaces de entender los sentimientos del otro.

-         Besar con los ojos. ¡Ingenioso! Eso es buscar soluciones. El lenguaje no verbal en los bebés es importantísimo, de hecho, ya que no saben hablar, es decir, ya que no tienen lenguaje verbal, lo que les queda es lo no verbal, sobre todo expresión facial y paralenguaje –tono, volumen, velocidad y ritmo de las palabras-.

-         Dicho y hecho. Tras la idea la puesta en práctica, la acción.

-         Imitación de  modelos. Aprendo con lo que veo hacer a otros, y así, ¡todas aletean sus pestañas!

-         “¡Funciona!”. Celebramos el éxito. Disfrutamos con lo que hemos conseguido, de manera que esa conducta se repite.

¡Menuda lección la de esas niñas menudas!
Un compendió de psicología, afecto y sensibilidad en una anécdota infantil.


"El aprendizaje es un simple
apéndice de nosotros mismos;
dondequiera que estemos, está
también nuestro aprendizaje".
W.Shakespeare
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